En honor al Señor, puedes ofrecerle pequeños sacrificios. A continuación, encontrarás algunas sugerencias de ayuno:
Ayunaré de juzgar a otros. Descubriré a Cristo que vive en ellos.
Ayunaré de palabras hirientes y diré frases sanadoras.
Ayunaré del egoísmo. Viviré en gratuidad.
Ayunaré de enojos. Procuraré vivir en paciencia.
Ayunaré de pesimismo. Me llenaré de esperanza.
Ayunaré de preocupaciones. Confiaré más en Dios.
Ayunaré de quejarme. Daré gracias a Dios por la maravilla de la vida.
Ayunaré de la angustia. Oraré con más frecuencia
Ayunaré de rencores. Practicaré el perdón.
Ayunaré de darme importancia a mí mismo. Seré compasivo con los demás.
Ayunaré de ansiedad sobre mis cosas. Me comprometeré en la propagación del Reino.
Ayunaré de desalientos. Me llenaré de entusiasmo de la fe.
Ayunaré de todo lo que me separe de Jesús. Intentaré vivir muy cerca de Él.
Ayunaré de hacer gastos superfluos. Daré dinero a los necesitados.
Ayunaré de perder el tiempo inútilmente. Ofreceré mi tiempo para ayudar y edificar a los demás.
Ayunaré de desprecios hacia los demás. Veré en toda persona con aprecio y buenos ojos.
Ayunaré de excesos gastronómicos. Tendré hambre y sed de justicia.
Ayunaré, Señor, para tener hambre de Ti y, para que pensando sólo en Ti, un día pueda estar junto a Ti.
Recordemos que el hombre fue diseñado para que fructifique, lo que significa crear valor para beneficio de los DEMÁS. Por ello debemos evitar caer en una vida de vanagloria y busquemos y demos una vida de valor A LOS DEMÁS.
Gracias por tu tiempo en leer y compartir. Comer bien significa nutrirse con lo mejor de la naturaleza. Visita:

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