DIOS SABE LO QUE ES MEJOR PARA TI

 
Mary era una linda niña de 3 años de edad. Su familia era cristiana. Ellos iban todos los domingos a la iglesia. ¡Mary era muy feliz! Todos en la casa de Mary tenían ojos azules... ¡Todos... excepto Mary! El sueño de Mary era tener los ojos azules como el mar... ¡Ah! ¡Cómo deseaba eso Mary!
Un día, en la escuela dominical, oyó: "Dios responde a todas las oraciones".
Mary pasó todo el día pensando en eso... A la noche, a la hora de dormir, se arrodilló al lado de su cama y oró: "Muchas gracias porque creaste el mar que es tan hermoso! Muchas gracias por mi familia. Muchas gracias por mi vida! Me gusta mucho todas las cosas que hiciste y haces! Pero... me gustaría pedir...por favor... que cuando me despierte mañana, tenga los ojos azules como los de mamá! En el nombre de Jesús, amén."
Ella tuvo fe pura y verdadera de un niño. Y, al despertar, al día siguiente, corrió al espejo. Miró...y ¿cuál era el color de sus ojos?... ¡Continuaban castaños! ¿Por qué Dios no escuchó a Mary? ¿Por qué no atendió a su pedido? Eso habría fortalecido su fe.
Bueno...aquel día, Mary aprendió que un NO también era respuesta! La niñita agradeció a Dios del mismo modo... pero...no entendía...sólo confiaba.
Años después, Mary se fue como misionera a la India. Ella "compraba niños para Dios" (los niños eran vendidos por sus familias - que pasaban hambre - para ser sacrificados en el templo, y Mary los "compraba" para liberarlos de ese sacrificio). Pero, para poder entrar en los "templos" de India, sin ser reconocida como extranjera, necesitó disfrazarse como una mujer de la India:
Pasó café en polvo por su piel, cubrió los cabellos, se vistió como las mujeres del lugar y entraba libremente en los locales de venta de niños. Mary podía caminar tranquila en todo "mercado infantil", pues aparentaba ser una mujer hindú.
Un día, una amiga misionera la miró disfrazada y dijo: "Guau, Mary ! Menos mal que tienes los ojos castaños y no claros como los de tu familia. ! A qué Dios más inteligente servimos. Él te dio ojos oscuros, pues sabía que eso sería esencial para la misión que te confiaría después"
Esa amiga no sabía cuánto Mary había llorado en la infancia por no tener ojos azules... Pero Mary pudo finalmente entender el por qué de aquel NO de Dios hacía tantos años.
¿Cuál es la moraleja de esta historia? ¡Que Dios sabe lo que más te conviene!
Él conoce cada lágrima que ya rodó desde tus ojos. Él oye, sí, TODAS las oraciones... ¡Pero Él las responde de manera sabia! ¡Dios sabe lo que más te conviene! Ten siempre esta seguridad en tu corazón.
Si te gusto compártelo a todos nos pasa esto: pedimos y no sabemos por qué no obtenemos lo que pedimos a Dios. Recordemos que el hombre fue diseñado para que fructifique, lo que significa crear valor para beneficio de los DEMÁS........Visita:

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